Nos regalamos ayeres,
vos los tuyos,
tu inmortal pasado
a cada rato,
de tus manos a las mías.
Yo los míos,
sin poder con el
dibujo
eterno de tu ausencia.
Hoy es una linda noche
para andar por la vereda,
para hacerte reír
con cualquier taconeo sencillo,
para estar con vos
para traerte a mí, de una vez,
sin fugas, sin silencios, sin carencias
y que tu presencia
sea
dejar de nadar hasta la orilla
tan solo para salvarme
del ahogo o de tus
manos.
Que me salves, en una palabra,
que me salves en medio de esta agua.
Siempre quise estar
entre tus manos.
Y me dirás
yo estaba ahí
y te diré
yo también estaba ahí antes del después.
Y entre ayeres ,
otros mares
que prometen devolvernos
la línea y la amnesia,
nos destiñen, nos diluyen
como en acuarela, nos rebajan
y nos mezclamos igual
sin darnos cuenta,
en el retrato más confuso
de la historia, más lejano.
Hoy es una linda noche
la pintura esta aún
mojada
y por momentos tiendo
a corregirte los rasgos
sobre todo cuando te
extraño
o cuando más te necesito,
tiendo a mezclarte
conmigo
a inventar un color nuestro
y me olvido que no estás
que elegiste un ayer atrás de otro
y yo también.
Nos fuimos entre ayeres
a cambiarnos por recuerdos
y predicciones de olvido.
Hoy es una linda noche
para hacerte reír
con algún taconeo
tan lejano, tan mío.