Él volvió al mismo aire
en el que un día
la encontró a ella.
Él siempre a su aire,
creyendo que ella flota
en las partículas,
abre la ventana,
la inhala, la exhala,
la exilia.
Ella volvió a caminar desnuda
por la casa,
posa en los rincones
se recuerda nube
que siempre mira hacia
la ventana.
Conoce el proceso
del cristal frío y la nube,
ella a veces llueve.
Entonces se mira en el espejo,
se toca como el aire
revuelve maquillaje,
tacos, minifaldas
y solea en algún bar.
Ella lo prefiere tierra
y que le regale el ruido
de sus zapatos.
Le gusta volver a casa,
sacarse toda la ropa,
entrar a la cocina,
que el viento le
dibuje
con las puntas de su propio pelo
algún detalle en la cintura,
y ahí la quiebra hasta
el infinito.
Él la veía en la levedad
de las fosas nasales,
ella en los huracanes
lo respiraba igual
hasta el azul casi morado.
lo respiraba igual
hasta el azul casi morado.
1 comentario:
Impecable. Un placer encontrarte. Excelente blog!
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