Es una nube
un chaparrón quizá,
una flojera
que un domingo cualquiera.
me aparta del camino.
Bajo la mirada
camino siguiendo los surcos
de las baldosas
resbalo en la mentira
taconeo soledad,
hastío.
Respiro el día en
línea recta,
pierdo el rumbo
propagado
de la luz,
doy vueltas.
Me asomo,
me sirve de excusa la lluvia
para pedir un milagro
más tonto que el sol
en un día gris de adentro.
Él baja con paraguas,
ella le tira besos con las dos manos,
los miro y vuelvo a creer,
desde otra ventana,
en el amor,
que siempre está
en alguna parte,
en algún soplo.
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