Oiga,
le comunico
que hay un lugar
lejos de los trapos
en el que usted y yo
podemos mirarnos
las manos.
En ellas
está el mapa
de todos los caminos
atajos,
parajes
que eligió el olvido.
No podemos confundirnos
a estas alturas.
Un mal avistamiento
es imperdonable.
le comunico
que hay un lugar
lejos de los trapos
en el que usted y yo
podemos mirarnos
las manos.
En ellas
está el mapa
de todos los caminos
atajos,
parajes
que eligió el olvido.
No podemos confundirnos
a estas alturas.
Un mal avistamiento
es imperdonable.
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