jueves, 17 de noviembre de 2011

Coincidí con la lluvia

Los habitantes creen que son balcones
En la calma de haber dejado cosas
puedo vivir una mañana desarmada
sin pedir que me dibuje, el día,
la linea del horizonte
y como hoy llueve
puedo caminar bajo la lluvia
sin ser poética para nada
solo por el hecho de estar y coincidir
con la lluvia,
tan inútil como la casualidad
como lo que no se suda,
como lo que no se busca.
Alejarse, perderse,
dejar de controlarlo todo
o al menos la mayoría de las cosas,
parece un buen camino,
como comprender que no hay cosa más imbécil
que querer ayudarse a uno mismo.
Empujarse a vivir es como pensar
que si uno empuja al tren va más rápido.
Mejor subirse y andar
con lo que se tiene puesto
la vida o la muerte,
lo blanco o lo negro.
Que me miren a los ojos hoy,
que me miren.
Voy fumandome las intenciones
de a poco.
Por ahí me bajo en una estación
hay pajaritos, un poco de verde,
puede que pueda verlo,
puede que no.
Y el tren sigue más allá de mis ojos,
mucho más allá.

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