jueves, 29 de enero de 2009

Dos más dos son cuatro.

A veces no escribo porque no tengo nada que decir y otras veces porque tengo tantos temas que me quedo en el proceso de selección.
Me gusta escribir sólo si algo me moviliza mucho.
Cuando se me mezclan varias cosas empiezo a apuntar lo que desde adentro se transforma en palabras. En general , oraciones sin relación entre sí ,ni sentido alguno.
Y muchas veces después de leer esa serie de incoherencias descubro un eje.
En algo se relacionan, por algo están todas en una misma hoja.
A veces terminan en un texto o en un poema.
A veces hago algún arreglo y otras las dejo así como cayeron en la hoja.
Así...
El horno no está para bollos, está para rarezas.
Falté a mi cita.
Los que, en el reparto, se agarran el papel
de buenos y víctimas molestan mucho,
mejor sería que se fueran a cagar.
El mundo no está loco,
sólo gira.
Es mejor protegerse de la estupidez
propia y ajena,
estar calentito y solo
o calentito y con otro que esté calentito
pero abajo del escenario,
en la primera fila o en la última,
como quieran,
pero siempre entre el público.
Y aplaudir mucho al bajarse de la cama
o al salir a la vereda.
Dos más dos son cuatro.

2 comentarios:

Zeb dijo...

"Los que, en el reparto, se agarran el papel
de buenos y víctimas molestan mucho,
mejor sería que se fueran a cagar."

Te aplaudo de pie!!!

A veces pasa que uno se sienta a escribir y no sale nada...y otras veces uno no puede parar y las palabras parecen fluir increíblemente...

bah..a mí por lo menos me pasa así.

Siempre es un placer leerla!

beso!

Claudia Brancati. dijo...

GRACIAS ZEB!!! UN BESO

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