Claro, cada mañana morimos, cada instante.
Nada permanece igual... ni siquiera el color de ojos que tenemos al nacer.
La piel no es tu piel una mañana, tu pelo no es tu pelo, los movimientos, las ideas...Muere permanentemente todo junto con el instante.
¿Qué rechazamos la muerte o el dejar de morirnos cada mañana?
Esta mañana
Es el mar que vuelve
gris a la memoria,
centenares de alas negras
con letras inconexas.
Es corteza que se arranca
y deja al tronco en carne viva.
Son mis manos encogidas
con espinas en los dedos.
Es mi piel llena de cortes,
y mi luz que se consume.
Son golpes, ruidos,
pisadas y retornos
a una muerte acompasada
que me roza con su hombro
esta mañana.
Es el mar que vuelve
gris a la memoria,
centenares de alas negras
con letras inconexas.
Es corteza que se arranca
y deja al tronco en carne viva.
Son mis manos encogidas
con espinas en los dedos.
Es mi piel llena de cortes,
y mi luz que se consume.
Son golpes, ruidos,
pisadas y retornos
a una muerte acompasada
que me roza con su hombro
esta mañana.
2 comentarios:
Como si lo hubieses sabido, este poema salio justo, cuando se fue parte de nuestro recuerdo, nuestros mejores recuerdos, se fue parte de nuestro corazon, se fue el "payasito"
no es la primera vez que me pasa, es como si estuviera adentro todo lo que uno tiene que saber en un momento determinado. Me quedo con el recuerdo de su sonrisa y sus ojos celestes.
Publicar un comentario