viernes, 19 de febrero de 2010

Hablame que te veo

Aprendí a no desacreditar a nadie cuando me di cuenta de que las palabras sólo están para decir y que no tienen mucho que ver con el ser.
Con el ser tiene que ver la actitud, la forma de moverse.
La gente es lo que hace, pero se cree lo que dice.
Y uno no es quién para no dar crédito a las palabras, pero sí tenemos todo el derecho de observar al otro y actuar de acuerdo con lo que vemos.
Por eso, hoy por hoy, les creo a todos porque las palabras, al fin y al cabo, cumplen perfectamente con su función que es el decir.
Yo lleno esto de palabras, digo, pero soy lo que hago todos los días con el que tengo al lado y conmigo misma.
En ocasiones coinciden ambas cosas.
Decime que sos Mickey Mouse que yo te creo, lo que tal vez no haga es ir a Disneylandia a visitarte.


PREFACIO

No estabas.
Nunca como hoy,
tan lejos, tan difuso.
Sin ser,
sin nombre
ni piel.
Y se notaba.
Por un momento
ejercité nuestras miradas.
Sólo imaginé.
El sol me recibió
simulando
el festival
de tus últimas palabras
y yo te escuchaba
sin preguntarte
el para qué
de esos besos
que se dicen.
Y vos seguías
con la velocidad
de lo absurdo
alejándote,
creyéndome presente
y contenida
con un simple cruce aéreo
y de palabras.
No te confundas.
No es falta de presencia
de pasión o de miradas,
es tu manera
equivocada de pensarme
recostada en tus palabras
y esperando
quién sabe qué milagro
nos funda de otra forma
cuando estoy viéndote ir
de varios modos.



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2 comentarios:

Sergio dijo...

hola. Me pega de cerca lo que decis y te voy a explicar por qué aunque no sé si vale.Estuve cinco años en pareja con una persona a la cual sigo amando y amé durante todo ese tiempo, pero me porté tan para la mierda con ella y con la relación en sí que hoy ya no tengo nada de lo que tenía. Vivía tirando de la soga con desplantes y malos modos y le exigía que me creyera lo contrario, vivía yéndome y viniendo pensando que siempre ella estaría igual y un día se fue silenciosamente y no pude volver a hablar con ella. A veces la veo, somos del mismo lugar, la veo con la tristeza y la bronca de haberme portado como un pelotudo.
saludos

Claudia Brancati. dijo...

Bueno ella ya está a salvo, parece. Es que es muy duro estar en ese lugar y un día el otro,por más amor que tenga, también se puede ir.
Ojalá te puedas poner a salvo vos de tus mismos destiempos.
un beso.

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