la vida le ganó por cansancio
y metió en la valija los días.
Escuchó sonatas y preludios,
se quedó con ella
y descubrió el segundo
maravilloso
en que la noche no es tan noche.
Un pájaro solo perdido en la playa
le preguntó por nada
y según pasan y pasan las cosas
ella recuerda algún tiempo de rosas
mientras pasea la luna.
3 comentarios:
Hmmm, sutil juego de referencias, estéticamente apreciable. No llego a asir todos los conceptos, pero su combinación me resulta ciertamente evocadora. Felicidades.
Preciosa danza de sentidos y sentimientos...primeros pasitos por aquí, no serán los últimos...después de todo, algo tiene la Luna...que engancha :)
Un abrazo inmenso!!!
Gracias por pasar SE y Tropiezos!!!!
Publicar un comentario