miércoles, 31 de enero de 2018

Bajar la guardia




Es un corazón poco acostumbrado
a bajar la guardia y a cantarse las verdades,
a veces lo descubro debajo de un paraguas
fabulando un microclima, un rincón chill out.
Como si los años no me hubiesen hecho más astuta,
me dibuja los olvidos, las amnesias,
me inventa personajes.
He pasado la vida acariciando trampas,
necesidades, desconocidos.
Es un corazón dormido, el mío,
cegado por las luces,
hablador hasta el cansancio,
Solo se quedó callado cuando destrocé el silencio,
lo puse entre la espada y la pared en una esquina
para preguntarle cosas.
Es un corazón que no se escucha
pero empieza a mirarme a los ojos,
a dejar circular las preguntas por las venas.
Acorralado por la verdad, 
tartamudea las respuestas,
dejó de ser tramposo, 
de llevar a cuestas el disfraz.
En una palabra, se dio, 
sanamente, por vencido. 

Claudia Brancati.


lunes, 15 de enero de 2018

LA GRASA DE LAS CAPITALES


“A buscar el pan y el vino
ya fui muchas veces
a sembrar ese camino 
que nunca florece,
no transes más.”
(Serú Girán, La grasa de las capitales)
Escribo desde el recuerdo de un lugar, de un territorio, por eso es imprescindible el viaje y no hay imaginación que valga si no me muevo. Cuerpo, paisaje y emoción son tres regiones del alma, inseparables, para mí. Ver las casas que se construyen, los árboles que se miran, que se talan, que se cuidan, las calles, el aire contaminado, las plazas, los bichos y yo.
No tengo imaginación, nunca podría haber escrito Harry Potter, solo tengo una mirada, mi mirada al mundo, mi pensamiento confuso o lúcido.
Voy acumulando trayectos para mis épocas inmóviles y que la vejez me encuentre con un cosmos recorrido, es un sueño al que no pienso renunciar.
Hoy negocio las dos cosas, mi vejez y el viaje, porque cuando no tenga modo o ganas de tomar algún camino, tendré hojas, papeles, recuerdos, dibujaré las rutas como el mapa color de las clases de geografía ,que jamás escuché, a los trece años.
Seguiré teniendo el pelo largo, una blusa de bambula parecida a la compré en la Plaza del Congreso y puede que aprenda a fumar, a derretir la grasa de las capitales, en acordes de mecedora veloz, mirando las montañas que me llevaron lejos, muy lejos de casa.
Claudia Brancati

viernes, 12 de enero de 2018

IMAGINARIO DEL NIÑO PUEBLO

Viejo pescador y majorero, se sentó en la orilla, se pensó en silencio. En las manos de tus hijos  dejarás el pueblo que construyas, a ex...