Camino hacia mi

CAMINO HACIA MI

Muchas veces
te escucho, Eladia,
y amanezco en tu susurro
como quien, después de huracanes,
recupera la calma;
pero aunque viaje
"Con las alas del alma"
me doy cuenta
que no " Siempre
se vuelve a Buenos Aires",
ni siquiera cuando vuelves.
Y que si hay distancia,
"Contra viento y marea",
busco construir un lugar
dentro mío, parecido
a la armonía de sentirme humana.
Y aún ," Sin piel",
me despiertan horizontes
o renazco de la nada.
Y es verdad ... " no se puede
prohibir que, en un vuelo interior,
un gorrión... busque un cielo mejor",
pero, hoy, yo me entrego al partir
hacia un sitio leal,
sin más ganas que andar
el camino hacia mí.

Ovillejo

QUE TU BESO, ALGÚN DÍA, SERÁ MíO...

El tobogán de saliva

que tu beso

dibujará en mí de madrugada,

algún día,será

risa de mi amnesia despiadada.

Mío...

el despertar y mío el vuelo

de tanta soledad equivocada,

yo lo sé, noche a noche,

y por eso te lo digo

que tu beso, algún día, será mío...

Desnuda

DESNUDA

Desnuda ayer
sobre blanca madrugada,
San Francisco y el lobo,
Eiti Leda en tus ojos
más alla de mis murallas,
no lo ignoran
y me declaran reina
de tu aliento.
Huele a mar
y no lo vemos
Huele a vida pronta
y no sabemos.
Desnuda hoy
sobre tu blanca vida,
Qué será de aquel sillón,
de aquellos días...
Desnudos siempre
en la mirada.
En la vereda del sol,
sin sospechar la luz
y sin pedirnos nada

Canción tonta para nunca nadie

CANCIÓN TONTA PARA NUNCA NADIE

Él la miraba,
ella no lo vio.
Él quiso su sangre,
entonces se la dio.
Le propuso pactos,
ella no entendió.
Él puso la fuerza,
ella el temor
Un día encendió luces
ella brilló.
También puso la piel,
y sin tocarlo, lo toco
Él dijo: "Nunca Nadie",
ella lo sintió.
Entonces vio en colores,
que ella mezcló.
Él le regaló brisas,
ella tambaleó.
Y si él se puso alas,
ella las amó.

Hojas de humo

HOJAS DE HUMO
Laberintos rosados
en mis ojos.
Espirales de humo
que me llevan,
que te nombran
con desgano
en mi silencio.
Cierro las ventanas
y las puertas.
Que no salga el sabor
de tu derrota.
Bendita indiferencia
que me inyecto
sin esfuerzo.
Amnesia del deseo.
Claridad que oscurece
tu rostro y tus palabras.
Humo que invade tus espacios.
Hojas que te llevan
y me llevan de tu lado.

Tu espacio

TU ESPACIO
Habitan mi casa
los buenos momentos,
recuerdos, imágenes,
miradas, tu aliento...
La sonrisa joven,
tu vida cansada,
insospechados rincones
en los que tus manos
me alcanzan.
Extraño tu espacio
y por milésima vez
sorteo tu engaño
a escondidas.
Me doy por vencida.
Me hunde en silencio
esta soledad decidida.
Si hasta cambio ausencias
por viejas heridas.
Tan común, tan simple
y como tantos seres.
Me sobran las letras,
me alcanzan las rimas
para versos cursis
que adornen mi ira.
¿Será buen negocio
andar por la vida
abriendo los ojos
y mutilando las risas?

Las hojas no son del viento

Contra la humillación, las idas y vueltas, los desplantes, la falta de empatía... las hojas no son del viento, pero deberían entenderlo las propias hojas.

LAS HOJAS NO SON DEL VIENTO
...y vuelve el viento
a la hoja,
la eleva,
le quita la piel,
la arrastra sobre el asfalto,
la deja desangrar un poco,
lame los cortes.
Se va, la piensa.
...y vuelve el viento
a la hoja,
la devuelve al árbol
para ser él
quien la arranque.
¿Qué se cree la hoja,
que puede caerse sola?

VICEVERSA .

VICEVERSA
Así como recorres tus caminos
pasas los míos.
Sorprendido de lo ínfimo,
aburrido de lo magno
hasta el hastío.
Tengo que pensarte
oscurecido por mi brillo,
maravillado por mi ausencia
y mañana viceversa.
Indolente si hoy muero,
muerto si te alejas y me alejo.
No sé si voy queriéndote muy lento
mientras caigo en cada fosa
o si llevo un cromosoma
que te busca y que te nombra.
Figura principal
de mis fábulas fragosas.
Te declaro hoy inocente
de mis noches más ansiosas
porque tengo de escabrosa
lo que tienes de punzante.
Que seamos día a día,
en la piel, aquellos de antes,
me resucita, me sorprende,
pero el milagro, para mí,
es aprenderte.
Fabricante de figuras en la arena,
así como andas tus caminos,
me transitas...
y saber eso me serena.

El rescate

Acercame tu mejilla

inocente,

que descanso

de las pieles asesinas.

Tocame con tu mano

chiquitita,

que me olvido

de las manos que me hieren.

Mirame con colores

bondadosos,

que me escapo

de las balas prometidas.

Hablame de tu mente

y sus dragones

que me aparto

de las voces que me mienten.

Invitame a tu vida

tan cortita,

que renazco

de las ruinas de esta historia.

Ellos no saben del valor

de tu mejilla.

No imaginan el poder

de algunas cosas